En la cercanía, como en la de su último disco grabado en vivo
“Primera Fila. Día 2″, que se edita el 1 de abril en España, el mexicano
Cristian Castro se desnudó para EFE a su paso por España, revelando
que,
pese a sus satisfacciones profesionales, se encuentra “frustrado” con su vida sentimental.
“No estoy en un buen momento personal, de hecho es uno de los más
inestables y turbulentos y de los de más choque conmigo mismo”,
reconoció hoy en Madrid este artista eminentemente romántico,
que acumula más de 30 discos de platino y 65 de oro a lo largo de una dilatada trayectoria musical que arrancó en 1992 con “Agua nueva”.
Explicó que tanto trabajo y, por ende, tantos viajes, el último de ellos a España,
conllevan un alto precio que se paga con soledad. “Es difícil lograr algo muy real así”, dice, pero el intérprete de “Azul” no está dispuesto a renunciar a su carrera.
“No voy a hacer nada al respecto.
Seguiré siendo un soñador, un cantante que trata de lograr
cosas con su oficio”, sentenció Castro, que está inmerso en la
promoción del segundo capítulo de una gran experiencia discográfica en
directo.
“Primera fila. Día 2″ (Sony Music) es, como su nombre indica, el
CD+DVD surgido del segundo concierto consecutivo que ofreció ante una
audiencia reducida y acompañado de una orquesta a finales de 2012 en Los
Angeles (EE UU).
“Me sentí mejor en el primer día. Manejar tantas letras, mucha memoria… Me estresé más en el segundo, pero
finalmente creo que fue el que mejor quedó”, asegura Castro, que dice haberse sentido muy inspirado por el acústico previo de su compatriota Julieta Venegas.
Castro explicó que tanto trabajo y, por ende,
tantos viajes, el último de ellos a España, conllevan un alto precio que
se paga con soledad.
Si en “Primera fila. Día 1″ le acompañaron artistas como su no menos
famosa madre, la actriz Verónica Castro -”fue muy emocionante cantar con
ella”, dijo-, en esta ocasión
se rodea de Benny Ibarra, Jorge Celedón y Jimmy Zambrano para tocar cinco temas inéditos y reinterpretar desde la “sencillez” y con nuevos arreglos muchos de sus éxitos, como “Lloviendo estrellas”.
También está Mario Domm, autor del nuevo sencillo promocional “Déjame
conmigo”, un tema “up-tempo” que ve muy parejo con ese estilo suyo,
impreso en canciones como “Mejor así” o “No podrás”, en las que las
relaciones personales
se dirimen entre “el juego y el reproche”.
“Creo que me exigí mucho y logré mucho”, dijo del balance final de
este vigésimo cuarto disco, cuyas características lo convertían “en un
reto enorme”, pues ante una audiencia tan cercana y en un formato tan
desnudo los fallos se aprecian aún más.
“Quería demostrar que podía hacerlo en una sola toma
y me cuidé durante un mes para hacer un buen papel”,
contó, presumiendo haber alcanzado una madurez vocal, lejos de la
“sobreactuación” en la que, como él mismo reconoce, cayó a veces en un
intento por “demostrar” demasiado.
Dos años después de su última visita a España, Castro cumplirá en
este viaje una “ilusión” abrigada desde hacía “mucho tiempo”, la de
recoger este viernes
uno de los galardones en la gran gala de la Cadena Dial en Valladolid, antes de regresar previsiblemente en agosto para ofrecer algunos conciertos en el país.