
Durante su estadía en la boda de la estilista y cantante, Renelou Padora, la pareja no pudo contener sus ganas de demostrar su amor mientras parecía que habían pasado inadvertidos frente al lente de las cámaras más curiosas.
Sentados en un antiguo salón adornado con los exuberantes jardines del Castillo Ploskovice en la República Checa, el nuevo señor y la señora West fueron vistos entre caricias y risas, e incluso se pudo ver a Kim quien descaradamente metía la lengua en la boca de su marido antes de entrar para un beso de boca abierta.
La pareja se veía relajada y sin preocupaciones, ya que gozaron de un ambiente romántico, aparentemente ajeno a todo el mundo alrededor de ellos, y decidieron entregarse a algunas demostraciones públicas de afecto muy poco características.
A una semana de haber celebrado una lujosa unión nupcial en los campos de Florencia, Italia, la pareja demostró que la vida de casados les ha sentado bien.
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