viernes, 18 de abril de 2014

'Capitán América: El Soldado de Invierno': Vendiendo humo (y créditos, post-créditos)

No, no solo es una (cuestionable) maniobra promocional: antes que una secuela del filme de 2011 este 'Capitán América: El Soldado de Invierno' vendría a ser una especie de spin off de 'Los Vengadores', un derivado del ojito derecho de una Marvel a la que por otro lado se le empieza a ver demasiado el plumero. O más bien un sucedáneo a lo pobre y sin chispa en donde, a falta de "otros vengadores" (que estén para algo más que poner su culo en el cartel) o una versión del personaje que no sólo sea "un tío con escudo", se ha optado por eliminar cualquier atisbo de personalidad o entidad propia para moldear "la típica película de acción" que se diría concebida para vivir de los fans (que no para el fan). Ya se sabe, la promesa de una escena post-créditos que todo lo arregla…


La aventura cinematográfica emprendida por Marvel está claramente orientada hacia 'Los Vengadores'. Todas sus producciones apuntan en una misma dirección, siendo que además cual bola de nieve ladera abajo la apuesta cada vez es mayor. Y cada vez más peligrosa. Y cada vez tan complicada de dominar como el ego de Tony Stark o la masa muscular del remedo juguetón de Bruce Banner. Esto tiene su parte buena... y su parte mala, siendo que a esta 'Capitán América: El Soldado de Invierno' le ha tocado posiblemente la peor parte, convirtiéndose así en aquello que muchos achacaban que era -pero no era- 'Iron Man 3'. Pero claro, aquella -si es que lo era- tenía el carisma aún plenamente operativo de Robert Downey Jr. mientras que Thor, por si se lo preguntaban, ya puestos, es un Dios que vive en otro plano de la existencia, por lo que en su secuela post-Nueva York tampoco se notaba tanto.

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